Moisés no se mira al espejo porque duelen los segundos demasiados honestos, casi irreverentes. Moisés desconfía y sus manos curtidas cincelan cárceles para enjaular su soledad. Un día fue herrero, pero ahora prefiere lanzar una risa y jugar a atraparla en el eco de su montaña mágica.
*Cueva de Montjuic. Barcelona
1 comentario:
de verdad se llama Moisés? me recuerda mucho a la escultura del mismo en Roma.
de verdad que me gusta mucho esta foto.
Estoy intentando conseguir fotos de todos los fotógrafos que conozco, más de las fotos que más me gustan, y esta sin duda está en la lista.
hasta pronto, espero que llegue a tiempo tu trabajo! y dile a Carlos que no se lo curre mucho, que se notará demasiado la diferencia entre lo tuyo y lo nuestro! jejej.
un beso!
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