Sueños


Duérmete, que las horas sortean sin escrúpulos los recuerdos pesados, que durmiendo uno no siente el frío, la luz que despierta, el ruido que atonta, que soñando se llega un poco más rápido al paraíso de los perdidos. Por eso te dejas caer con los pies descalzos, aunque el resto no lo vea, aunque nunca un triunfo sin contar sea del todo un triunfo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

las línea de fuga apuntalan al vagabundo, son como dedos que señalan, que hieren, como los clavos para siempre de una cruz.


eteio shrñ