Estelas...




Cuando Wolfgang abría los ojos se estiraban sus largos dedos hasta tocar la irrealidad. Una nota, unas manos que mecen las teclas de un piano… él viajaba por las tempestades creando melodías de agua. Las estrellas de mar tienen cinco puntas y con cada uno de sus brazos alcanzan un infinito imposible… ¿el amor?… el abismo de la ola llega, se estira y culmina en horas de luz azul que le rozan el pelo. Ella contemplaba cada ráfaga, cada resquicio de aire que se alarga. Y el tiempo no era tiempo, sólo momentos que se dejaban arrastrar por una marea inmensa.

1 comentario:

Carlos Seijo dijo...

Eu só conheço esso caminho Do Paraiso...
http://es.youtube.com/watch?v=4tCzomO2eU0